1 dic. 2010
Verjoyansk, una pequeña ciudad en la República de Saja (Yakutia), en Rusia, celebró recientemente sus 125 años como el lugar habitado más frío del mundo.
El 15 de noviembre, alrededor de un cuarto de los habitantes de la helada ciudad, esperaron a -40ºC la llegada de un grupo de dignatarios que desvelarían una pequeña placa de mármol en memoria de Sergei Kovalik, el científico que registró en el lugar una temperatura de -67,8ºC y con ello dio a Verjoyansk el estatus de "Polo del Frío".
Sergei Kovalik hizo el registro el 15 de enero de 1885 y la placa en su honor sería la última de una serie de elementos -que incluyen un monumento, un museo y un hotel- que llevan el título de "Polo del Frío".
"Para Verjoyansk, este estatus de prestigio es lo único que queda después de la caída de la Unión Soviética", señala Syatoslav Gabyshev, quien nació en Verjoyansk y representó a la administración presidencial de Yakutia en la ceremonia de inauguración.